EL PERÚ Y LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL


Submarinos alemanes de la Primera Guerra Mundial

En las siguientes líneas resumimos el trabajo que explica uno de nuestros conflictos diplomáticos más importantes del siglo XX.

En plena Primera Guerra Mundial, el 4 de febrero de 1917 entró en vigencia un decreto del Imperio Alemán por el cual sus buques y submarinos hundirían todos los barcos de países neutrales que transporten abastecimientos a Francia e Inglaterra. Al día siguiente el buque peruano Lorton, capitaneado por Frank Sanders, que navegaba en aguas españolas, fue torpedeado y hundido con las 2200 toneladas de salitre que llevaba.

Presidente del Perú José Pardo y Barreda (1915-1919)

El gobierno del presidente José Pardo y Barreda, mediante el canciller Francisco Tudela y Varela y nuestro embajador en Berlín Von der Hyden exigió una indemnización para los propietarios de la nave (Sociedad Rocca y Miller), el desagravio a nuestra bandera, castigo a los responsables del ataque y garantías para los buques mercantes del Perú durante la Guerra.

El gobierno alemán se negó rotundamente alegando que el buque tenía inscripción inglesa, tenía capitán norteamericanos y llevaba insumos para la fabricación de explosivos. El Perú respondió que la Lorton era peruana desde abril de 1914 (antes que estalle la Gran Guerra), el capitán Sanders estaba nacionalizado peruano y el salitre era distribuido como fertilizante para el mercado de un país neutral como España.

Guillermo II durante la Primera Guerra Mundial.


Como Alemania no dio las satisfacciones que el Perú exigía, en 1918 el presidente José Pardo, rompió relaciones diplomáticas con el Imperio y tomó posesión de sus buques mercantes en nuestros puertos. Es de resaltar que rompimos relaciones diplomáticas, pero no le declaramos la guerra a Alemania. Esto solo se hizo en febrero de 1945 durante la Segunda Guerra Mundial.


UN PERUANO HÉROE DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL


Nuestro compatriota
Juan Bielovucic fue uno de los primeros pilotos de la aviación mundial. Estudió en Francia y regresó al Perú en 1911 para realizar el primer vuelo en nuestro cielo: partió de Santa Beatriz rumbo a Ancón maravillando a miles de espectadores, entre ellos al presidente Augusto B. Leguía. Regresó a París y al estallar la Gran Guerra se incorporó voluntariamente a la Fuerza Aérea Francesa para combatir contra el Imperio Alemán. Cayó herido en acción y por sus valerosos servicios recibió la Legión de Honor y la Cruz de Guerra con Palma de la República de Francia.

Regresó varias veces al Perú preocupándose y colaborando siempre por el desarrollo de la aviación nacional. Falleció en París en enero de 1949.